Despliega
sus alas

la mariposa
vistiendo
de color
el azul celeste
del cielo,
Y es su vuelo
como alma blanca,
el despertar
de un sueño.
Bajo los pinos
verdes
se asoman
aromas nuevos
y un manto negro
de sombras
anda al acecho.
Abanicos
de navajas
empujados
por el viento.
Se abre
amarillo,
el horizonte incierto
y sin encontrar
nubes rosas
que le den juego,
se pierde
el sol
frente al naranja
Intenso.
¡Cuánto le duelen
sus besos!
Tanto, que sangra
de rojo pasión
el ocre
de los campos
yermos.